CAMPAMENTO JUVENIL MISIONERO EN BARQUISIMETO 2025

  • Contenido subido a esta web el 03 octubre 2025
  • Experiencias personales vividas en Tapa de Piedra-Barquisimeto (Venezuela)

EXPERIENCIAS EN EL CAMPAMENTO JUVENIL MISIONERO

El Campamento Juvenil Misionero que suele organizar la PJ-MIC en Venezuela, se logró realizar este año a pesar de la dura situación económica que atraviesa el país. Sin embargo, el trabajo mancomunado entre hermanas, jóvenes y también el aporte de la comunidad que nos recibió; hicieron posible la presencia de Reino entre estas comunidades estos días. Desde el 22 de agosto hasta el 30 del mismo mes hemos estado entre estas personas dando, recibiendo y multiplicando el bien.

El Caserío que nos recibió se llama Tapa de Piedra, se encuentra ubicado al noroeste de la Ciudad de Barquisimeto. Se encuentra conformado por varias comunidades de las cuales se atendieron 3: Sector la Escuela (donde pernoctábamos), sector Las Rurales (donde se encuentra la Capilla del caserío, la cual tiene como patrón a Santo Domingo de Guzmán) y Sector La Quebrada. Todos lugares rurales con mayores dificultades que las que vivimos en la ciudad y de la cual sentimos honor de conocer y compartir.

En estas comunidades hay un grupo juvenil que solicitó unirse a nosotros como misioneras para la realización del campamento. Petición que escuchamos y abrimos las puertas para compartir. Esto hizo más rica la experiencia tanto para ellos como para nosotros. De ello nos comparten algunos jóvenes:

Verónica Villamizar (Barquisimeto)

Mi experiencia en el Campamento Juvenil MIC ha sido muy gratificante y emocionante. En estos días he podido aprender mucho y siento que he crecido como persona. Dios ha estado presente en cada momento desde el inicio del campamento, en las enseñanzas, en salir a llevar la Palabra, en las personas que amablemente nos han abierto su casa y, sobre todo que han abierto su corazón al Señor.
Esta fue una experiencia muy linda, fue mi primer campamento y primera experiencia de evangelización casa por casa. Me llevo a mi casa mucha gratitud, muchas experiencias nuevas, mucho conocimiento y, especialmente, mi fe más firme que nunca.
¡Gracias a las hermanas MIC por invitarme a vivir este momento!

Germán Curvelo (Caracas)

Hola, soy Germán Curvelo, formo parte del grupo juvenil MIC de Caracas y me gustaría compartirles como fue mi experiencia en el Campamento Juvenil Misionero MIC-2025. Como dije soy de Caracas, un ambiente totalmente diferente, ya que lo que allí hay en motos en Tapa de Piedra lo hay en chivos, por acá las carreteras son de tierra, lo demás son caminos entre tunas y las personas son totalmente diferentes. En Caracas, las personas son un poco duras, a veces. Las personas se complican al pensar en compartir su casa para que otro duerma, cocine o cosas así. En Tapa de Piedra hay una receptividad muy linda, todos son super amables y, así sea de la religión que sea, te escucharán hablar sobre la Biblia. Hacen todo con amor y una sonrisa brillante como el sol de Barquisimeto.

Para mí el primer reto fue la llegada. Estaba muy asustado, el camión que nos trasladó, las colchonetas, el grupo que éramos, las maletas, todos juntos, apretados, el camino… Pero al llegar, ver el clima, una cosa super buena, compartí con muchas personas nuevas tanto de Barquisimeto como de las comunidades, todos son muy amables. Nos sorprendimos de la disponibilidad de todo el grupo misionero, de los MIC y de los de las Comunidades que se nos sumaron. Fuimos creciendo poco a poco. La evangelización fue muy fructífera, escuchamos testimonios de la vida de las personas bastante fuertes y nos alegró estar allí para acompañar.

Una de las experiencias que más me marcó fue la Adoración al Santísimo (la hora santa). Fue la primera que organicé, claro con ayuda; pero me emocionó mucho y fue una experiencia que no creo olvidar. Tampoco olvidaría los hermosos amaneceres y atardeceres. Cabe destacar una cosa: ¡el encuentro vocacional inesperado que hubo! Muchos salimos con cosas claras y deseos para el futuro, también el sentirse bien con uno mismo, saber dar una buena imagen a los demás de la iglesia joven.
No cambiaría nada, ningún momento, ninguna actividad o logística. Este campamento fue y es una experiencia que recomendaré. Nos dio la oportunidad de crecer…
¡Gracias Familia MIC por todo esto y más!

Albani Briceño (Barquisimeto)

El Campamento Juvenil Misionero 2025 en Tapa de Piedra fue una experiencia única y especial, desde salir a evangelizar en diferentes sectores de la comunidad, hacer actividades para niños y adultos, permanecer en formación buscando nuevas formas de ver a Cristo en los demás, además de compartir y conocer nuevas personas del grupo juvenil de la comunidad que nos recibió, con quienes tuvimos la oportunidad de crear lazos de amistad y compañerismo. Me llevo en el corazón hermosos y gratos recuerdos al igual que nuevas amistades que dejan una huella en mí, también muchos deseos de querer volver.

María Alejandra Vivas (Tapa de Piedra)

Mi experiencia en el campamento la podría definir sencillamente como la situación que Dios utilizó para convencerme de permitirme a mí misma disfrutar su amor y quitar cualquier duda que alguna vez tuve
No tenía idea de qué se hacía en un campamento juvenil misionero, pero a penas me enteré que podía formar parte me anoté sin pensarlo una vez porque algo me decía que lo hiciera que me encantaría y ese algo no se equivocó. El primer día tuve un sentimiento un poco extraño una sensación de conexión y de ver las cosas desde el sentir me hizo ir el día siguiente con mucho más ánimo. Las formaciones, más que información, se sintió el espíritu y eso fue lindo (y me quedo corta con las palabras).
Cuando comenzamos con la evangelización también comenzamos a compartir más entre nosotros, increíblemente de un momento a otro ya mi grupo sabía todo de mí y yo todo de ellos no sentí miedo de expresar lo que sentía o pensaba (Por lo general me reservo lo que pienso por miedo a no encajar) cada conversación en cada casa era una enseñanza y cada día llegaba a mí casa con cosas nuevas y bonitas que contarle a mi mamá. Hubo un momento en que sentí la necesidad de no abandonar este camino nunca, como si hubiese encontrado mi lugar feliz, y el impulso de seguir trabajando por mi capilla y la comunidad se hizo más Grande.

Fue maravilloso ver cómo personas de por allá tan lejos nos visitaban, cuando capillas vecinas nos decían que no podían asistir porque era muy lejos. Sin embargo, con las chicas de la comunidad hablé que fue y sigue siendo hermoso el sentir ese amor en cada uno de los que vinieron, que lo consideramos el amor que Dios tiene para darnos, estamos mucho más comprometidos con los proyectos de la iglesia y la unión y la Paz que se siente en nuestro grupo después de la experiencia es muy bonita. Con los chicos que vinieron de afuera los siento como unos hermanos y hablo con ellos sobre el agradecimiento mutuo del trato que nos dimos el uno al otro. La evangelización, la conexión espiritual, el compartir con los muchachos, las hermanas, acercarnos más a la comunidad, el hecho de dormir en el piso fue una experiencia que recuerdo con mucho amor, todavía duele un poquito que se fueron jeje, pero estoy agradecida porque me dejaron formar parte de esta misión.

Sheila García (Caracas)

Mi experiencia en el campamento juvenil MIC, será una experiencia que jamás olvidaré, fue muy bonito el poder evangelizar a gente que no comparte nuestra misma religión, el evangelizar con las chicas de Tapa de Piedra fue muy bonito ver su realidad y entenderlas, también fue muy bonito las formaciones, el encontrarnos con Jesucristo y el experimentar que está vivo ¡es una alegría inmensa! El cuidar nuestra madre tierra, así como Madre Alfonsa cuida de nosotros siempre. Doy gracias a Dios por esta experiencia.